JEAN ROBERT: PENSAR SIGUIENDO A ILLICH (Thinking After Illich)*
"Personalmente pienso que debiéramos leer a (Iván) Illich en conexión con las situaciones del presente. Algunos de nosotros somos relativamente mayores (soy uno de los más viejitos), pero lo que no debemos olvidar es sobre todo que hay personas alrededor (la mayoría más jóvenes) que mantienen la esperanza, no renuncian a la esperanza, o como dicen mis amigos palestinos, son prisioneros voluntarios de la esperanza. Los escritos de Iván (Illich) de los 1970 les devolvió a muchos (yo soy uno de ellos) la esperanza de que se podían invertir de alguna forma los moldes mentales de una sociedad singularmente destructiva mediante la fuerza del pensamiento, la imaginación, la amistad, los actos de renuncia selectivos y... algunas llaves ajustables bien colocadas!
Este es el tipo de esperanza que 'La convivencialidad' me dio, por ejemplo, hace 35 años.
La crítica se basaba por entonces en el supuesto de que las instituciones eran herramientas. En la actualidad, este supuesto no puede sostenerse más, con la sola excepción que por esa misma razón se vuelve paradigmática: el transporte. Puesto que los vehículos SON herramientas, el análisis de la contraproductividad funciona aquí. Pero hay también esa otra dimensión, que se puede analizar mejor en las escuelas y los hospitales: las instituciones moldean las necesidades de los usuarios según requisitos institucionales.
Sin el pilar de la definición instrumental de las instituciones, el concepto de contraproductividad pierde su contundencia, al mismo tiempo que, vistas a través de los análisis de los 1970, son de hecho cada vez más terriblemente contraproducentes.
Entonces, ¿qué son las instituciones, si no son "herramientas"? ¿Son ellas, como diría Agamben, "dispositivos" cuya función consiste en desmontar y remodelar a los sujetos, agencias de "desubjetivación" y "resubjetivación"? Esta avenida me parece transitable, pero ¿no es también tremendamente desencarnada? Debería complementarse con las historias del cuerpo, la materialidad de las cosas (stuff), la auto(per)cepción, la mirada, de las que habla Barbara (Duden).
Si es así, cómo podemos expresarlo en lenguaje ordinario, en diálogo por ejemplo con aquellos jóvenes que, en el país traumado en que vivo, están leyendo a Illich en busca de orientación política, uno de ellos, un líder bien conocido?
Puede que suene a nostalgia, ¿como un deseo de volver a un mítico "tiempo pasado mejor"? Pero no es eso; es más bien que percibo que la situación está madura para algo. Agamben habla de devolver las ideas al lenguaje de uso común. Yo hablé de que intentemos refutar (falsify) a Illich en el sentido de Popper, para ver qué parte central de su crítica a la sociedad industrial --de la que él quería escribir un epílogo-- todavía es aplicable a la amenazante, aunque aún no inevitable, Era de Hierro de los Sistemas".
*Jean Robert, comunicación epistolar con sus amigos (29/03/2010). Traducción no autorizada de HC (1ro Octubre 2023)
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