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lunes, 2 de octubre de 2023

JEAN ROBERT: PENSAR SIGUIENDO A ILLICH (Thinking After Illich)

 JEAN ROBERT: PENSAR SIGUIENDO A ILLICH (Thinking After Illich)*

"Personalmente pienso que debiéramos leer a (Iván) Illich en conexión con las situaciones del presente. Algunos de nosotros somos relativamente mayores (soy uno de los más viejitos), pero lo que no debemos olvidar es sobre todo que hay personas alrededor (la mayoría más jóvenes) que mantienen la esperanza, no renuncian a la esperanza, o como dicen mis amigos palestinos, son prisioneros voluntarios de la esperanza. Los escritos de Iván (Illich) de los 1970 les devolvió a muchos (yo soy uno de ellos) la esperanza de que se podían invertir de alguna forma los moldes mentales de una sociedad singularmente destructiva mediante la fuerza del pensamiento, la imaginación, la amistad, los actos de renuncia selectivos y... algunas llaves ajustables bien colocadas!
Este es el tipo de esperanza que 'La convivencialidad' me dio, por ejemplo, hace 35 años.
La crítica se basaba por entonces en el supuesto de que las instituciones eran herramientas. En la actualidad, este supuesto no puede sostenerse más, con la sola excepción que por esa misma razón se vuelve paradigmática: el transporte. Puesto que los vehículos SON herramientas, el análisis de la contraproductividad funciona aquí. Pero hay también esa otra dimensión, que se puede analizar mejor en las escuelas y los hospitales: las instituciones moldean las necesidades de los usuarios según requisitos institucionales.
Sin el pilar de la definición instrumental de las instituciones, el concepto de contraproductividad pierde su contundencia, al mismo tiempo que, vistas a través de los análisis de los 1970, son de hecho cada vez más terriblemente contraproducentes.
Entonces, ¿qué son las instituciones, si no son "herramientas"? ¿Son ellas, como diría Agamben, "dispositivos" cuya función consiste en desmontar y remodelar a los sujetos, agencias de "desubjetivación" y "resubjetivación"? Esta avenida me parece transitable, pero ¿no es también tremendamente desencarnada? Debería complementarse con las historias del cuerpo, la materialidad de las cosas (stuff), la auto(per)cepción, la mirada, de las que habla Barbara (Duden).
Si es así, cómo podemos expresarlo en lenguaje ordinario, en diálogo por ejemplo con aquellos jóvenes que, en el país traumado en que vivo, están leyendo a Illich en busca de orientación política, uno de ellos, un líder bien conocido?
Puede que suene a nostalgia, ¿como un deseo de volver a un mítico "tiempo pasado mejor"? Pero no es eso; es más bien que percibo que la situación está madura para algo. Agamben habla de devolver las ideas al lenguaje de uso común. Yo hablé de que intentemos refutar (falsify) a Illich en el sentido de Popper, para ver qué parte central de su crítica a la sociedad industrial --de la que él quería escribir un epílogo-- todavía es aplicable a la amenazante, aunque aún no inevitable, Era de Hierro de los Sistemas".
*Jean Robert, comunicación epistolar con sus amigos (29/03/2010). Traducción no autorizada de HC (1ro Octubre 2023)
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Jean Robert (él prefería lo llamen Juan Roberto) dejó este mundo el 1ro de octubre del 2020 en Cuernavaca (México), aunque había nacido por accidente en Suiza en 1937 antes de cruzar el Atlántico para venirse muy joven en 1972 a quedarse definitivamente en su país de adopción con su compañera de toda la vida, la queridísima Sylvia Marcos. [Ella y César Añorve, gran amigo de Jean, invitan a los amigos y vecinos acompañarlos al cabo de año este viernes 1ro de octubre a las 11 a.m. en Panteón Chamilpa, Calle Moctezuma, Cuatémoc, Cuernavaca, Mor.]
A continuación un fragmento de su ensayo sobre Chayanov (el campesinista ruso y disidente de la política agraria soviética) del 2006, aunque firmado con un seudónimo (Pierre Bourbaki) que Jean explica al final de su magnífico texto como muestra de que él también es un disidente de la economía formal convencional, transgresor de las fronteras académicas establecidas y excéntrico cuestionador de los axiomas fundamentales del pensamiento social contemporáneo.
"Los bourbakis y los "gays" de la economía y de la política
"¿Por qué escogí el seudónimo de Pierre Bourbaki? No tengo inhibiciones en confesar mi verdadero nombre, Jean Roberto Juan Roberto Zino Alfinal, "el Gringo" según mis vecinos. Pero cuando firmo un artículo con este nombre, pretendo que se respeten mis derechos de autor. En cambio, Pierre Bourbaki no tiene y no puede tener esta pretensión. Ninguna idea de su manifiesto es creación suya. Cada una de sus frases es una cita. Su collage intelectual sólo se puede ofrecer en la esperanza de que los lectores harán el esfuerzo de caminar del enano que lo armó a los gigantes cuyas ideas se atrevió a pegar juntas.
"En Cuernavaca, Marcos escogió escuchar y hablar en la muy digna Iglesia Metropolitana cuyos feligreses no disfrazan su divergencia con la norma sexual formal. Al diferir de la norma económica, Pierre Bourbaki se define como excéntrico, disidente, "gay" de la economía formal e invita a cultivar esta ex-centricidad.
"En la segunda guerra mundial, los bourbakis eran soldados que decían "no" a la guerra franqueando una frontera prohibida. Se les llamó bourbakis en nombre de aquel general francés que, por desertar después de ganar una batalla, fue el hazmerreír de los vencedores de la Guerra de 1870. El hermano de la filósofa Simone Weil inventó un matemático ficticio llamado Nicolas Bourbaki que revolucionó los fundamentos axiomáticos de la matemática. Pierre Bourbaki tiene un poco de cada uno: es trepador ilegítimo de frontera, desertor de la economía respetable y cazador de axiomas y dogmas falsos, pero, aunque sea ficticio tiene quien de la cara por él".
[Ver texto íntegro del ensayo de Pierre Bourbaki aquí: https://umbrales2.blogspot.com/.../chayanov-entre-selva...]